El que poco habla, a veces demuestra más; el que te ignora omisamente, valora más, e incluso está más atento en pensamientos (si de algo sirve mencionar), que el que se creyó en algún momento, más que tu "amig@".
Escribo lo que siento, sin expresar lo que entiendo en el pensamiento; como la tortuga que asoma su cabeza poco a poco, o el canario que acaba de nacer, pues son cosas de preguntas... como lo decía un Filósofo Guatemalteco "¿Qué hace un hippie en la oficina?, ¿una orca en la piscina?, ¿una monja en carnaval?". Pues trato de relacionar muchas cosas, y sin embargo llego al punto, con esa lucha entre el 'sigue' y el 'detente'... hasta que llego al punto de pensar, ¿Qué hago sin ti?, sin embargo escucho esa luz, que ilumina y digo: corazón como caja fuerte, amor que vale oro.
Si se desvía el tema, no es por omisión, sino que llego al momento de yo mismo, poder definir la palabra 'amor'.
El amor: Es esa sensación que acelera latidos, que cuando se enciende y se siente, emociona los sentidos; sabe a algo inexplicable, que puede enviciar o ser adictivo. Se ve como una exquisitez de otro mundo muy cara, y la tienen pocos, no se compra, se consigue o llega sola; y concluyendo, huele a esa fragancia que no se quita, o sólo lo hace el tiempo.
El tamaño de tu corazón, mide según lo que hablas en hechos, y construyes en palabras.
No saques conclusiones ni hipótesis, cuando ni sabes de qué hablas; No es lo mismo escuchar ni oír. No es lo mismo ver, que observar. El hecho no es tener, el hecho es querer y tener.
